miércoles, 17 de enero de 2024

🔼 El mercurio contaminó el suelo y el agua de las ciudades mayas

 


Gran plaza de la ciudad maya de Tikal, en la selva del Petén, en Guatemala. A la izquierda de la imagen, pirámide conocida como el Gran Jaguar.© Foto: iStock


Personaje con obesidad, posiblemente causada por una intoxicación crónica por mercurio.

Mesoamérica nunca deja de sorprender a los arqueólogos que, incansables, llevan a cabo sus complicadas tareas de excavación en las húmedas selvas de Centroamérica. Ahora, un equipo investigador de la Universidad Católica de Australia descubrió que bajo el terreno donde se alzaron las majestuosas pirámides erigidas por los mayas se oculta un peligro silencioso y letal: la contaminación por mercurio. ¿Y cómo es eso posible? Pues los investigadores lo cuentan en un estudio publicado en la revista Frontiers in Environmental Science. Según sus conclusiones, esta peligrosa contaminación se debió al uso frecuente que hacían los mayas del Período Clásico (250 y 1100 d.C.) de este elemento químico. De hecho, la contaminación es tan intensa que actualmente en algunos lugares continúa siendo un potencial peligro para la salud de los arqueólogos.

El autor principal de la investigación, Duncan Cook, declaró: "La contaminación por mercurio en el medioambiente generalmente se encuentra en áreas urbanas contemporáneas y en paisajes industriales. Descubrir mercurio enterrado profundamente en suelos y sedimentos en las antiguas ciudades mayas era algo difícil de explicar hasta que comenzamos a considerar la arqueología de la región, que nos dice que los mayas hicieron uso del mercurio durante siglos".

Sus investigaciones confirman que en algunos sitios arqueológicos mayas del Clásico, como por ejemplo Petén Itzá, en Honduras, o Tikal, Piedras Negras y Cancuén, en Guatemala, la contaminación por mercurio se detecta fácilmente en cualquier lugar.

Una contaminación invisible

Pero ¿qué causó esta contaminación por mercurio? Los autores del estudio destacan que se han encontrado vasijas selladas repletas de mercurio líquido en diversos sitios mayas como Quiriguá, en Guatemala, El Paraíso, en Honduras, e incluso en algunas ciudades alejadas del área maya, como la antigua Teotihuacán, en el centro de México.

De hecho, en numerosas ciudades mayas, los arqueólogos han localizado objetos decorados con pinturas que tenían un alto contenido en mercurio, principalmente fabricadas a partir del cinabrio (mineral que contiene un 85% de mercurio). Y es que estas pinturas y polvos se emplearon a menudo para decorar patios, paredes y cerámicas.

Por ejemplo, en el caso de Tikal el análisis de los materiales utilizados ha arrojado como resultado un extraordinario 17,16 partes por millón (ppm). Estos elementos contaminantes posteriormente se habría diseminado por el suelo y por el agua.

"Para los mayas, los objetos podían contener ch'ulel , o fuerza del alma, elemento que residía en la sangre. Por lo tanto, el pigmento rojo brillante del cinabrio era una sustancia muy valiosa y sagrada, pero, sin que ellos lo supieran, también era mortal y su legado aún persiste en suelos y sedimentos alrededor de los antiguos sitios mayas", explicó Nicholas Dunning, uno de los autores del estudio y profesor de la Universidad de Cincinnati.

Daños irreversibles en la salud

Los investigadores especulan con que el mercurio elemental y el cinabrio que se encuentran en los sitios mayas podrían haber sido extraídos de los depósitos existentes en el norte y en el sur de la antigua área maya y haberse vendido en las ciudades mayas por comerciantes itinerantes. Aunque nadie lo sabía, todo el mercurio que se usó en la decoración suponía un tremendo peligro para la salud ya que podía causar envenenamiento crónico, algo que produce daños irreversibles en el sistema central, los riñones y el hígado, y causa temblores, problemas de visión y audición, parálisis e incluso graves problemas de salud mental.

Una prueba del dañino efecto del mercurio en la salud humana lo encontramos en unos frescos de Tikal en los que se muestra a uno de los últimos gobernantes de la ciudad llamado Sol Oscuro, que gobernó alrededor del año 810 d.C. y que aparece representado como una persona obesa. Hoy en día es sabido que la obesidad es uno de los efectos metabólicos conocidos causado por una intoxicación crónica por mercurio.

Tim Beach, profesor de la Universidad de Texas en Austin y otro de los autores del estudio concluyó que "incluso los antiguos mayas, que apenas usaban metales, causaron que las concentraciones de mercurio fueran muy elevadas en su entorno. Este resultado es una evidencia más de que así como vivimos hoy en el Antropoceno, también hubo un Antropoceno maya o Mayaceno.

La contaminación por metales parece haber sido efecto de la actividad humana a lo largo de la historia". Así pues, y a la luz de estos resultados, los investigadores creen que es necesario realizar más estudios que ayuden a determinar si, en efecto, la exposición al mercurio desempeñó un papel fundamental en los cambios socioculturales que se produjeron en el mundo maya a finales del Período Clásico.

ENLACES:

https://www.msn.com/es-es/noticias/tecnologia/el-mercurio-contamin%C3%B3-el-suelo-y-el-agua-de-las-ciudades-mayas/ar-AA1n4Kcg?ocid=entnewsntp&pc=DCTS&cvid=1f21666698a64a609da09f85129047f6&ei=175

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