DESCRIPCIÓN:
Entre los objetos más distintivos en el arte Mochica se encontraban los famosos huacos retrato, esta cultura floreció en la costa norte entre aproximadamente el 100 y el 850 d.C. Notables por su naturalismo escultórico, estas botellas de asa estribo fueron moldeadas sin la ayuda de una rueda de alfarero y pintadas en tonos tierra.
Los alfareros Moche representaban todos los aspectos de su mundo: desde escenas domésticas hasta arquitectura, eventos rituales, personajes reales, así como animales y plantas. Este recipiente de retrato muestra rasgos individuales —la ceja fruncida, el labio superior lleno y ligeramente saliente— junto con características generales que aún hoy pueden reconocerse entre algunos pobladores de la costa norte.
Con su expresión dominante y porte orgulloso, el gobernante representado transmite un sentido indeleble del poder de los líderes Moche. Su estatus de élite queda evidenciado además por su fino tocado, decorado con motivos geométricos tomados de los textiles Moche, así como por sus alargados adornos para las orejas y los rastros de pintura facial en la frente y las mejillas.
Recipientes como este se colocaban en entierros como ofrendas funerarias, aunque antes de acompañar a un individuo a la tumba, también podrían haber sido enviados como emblemas de autoridad real desde un centro de poder hacia distritos vecinos, junto con textiles y otros obsequios ceremoniales.
CRÉDITOS: Instituto de Arte de Chicago.
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